miércoles, 13 de octubre de 2021

Me gustas cuando hablas

 Me gustas cuando hablas

Porque te haces presente,

Y te escucho a lo lejos, y tu voz me

enamora

Y parece que tus ojos, estuvieran en llamas,

Y si te robara un beso, me reventarías la boca.

No gods needed

 Nuestra "necesidad" de dioses


No es ningún secreto, que la mayoría de la población humana cree que existe algún ser divino. De hecho, el 84- 86% de la población mundial, pertenece a alguna religión o cree en algún dios. Sólo el 14% somo agnósticos, ateos o no religiosos (y eso que antes éramos menos).

Esto dista de ser algo nuevo, desde hace miles de años, la humanidad ha divinizado a diestra y siniestra lo que no comprende. Ha creado dioses múltiples o únicos, con fines diversos, desde explicar la ocurrencia de ciertos fenómenos naturales, hasta encontrar respuestas, consuelo, guía moral o una explicación a la razón de nuestra existencia.


¿Por qué se da este fenómeno? Por qué surgen estas ideas, por separado, en sociedades que no tenían contacto entre sí?


Sabemos que las culturas antiguas, se atribuían los fenómenos como el fuego y la lluvia a dioses. Había un dios del tiempo, del mar y las tempestades. Se divinizaba todo de lo que no se comprendía su origen. Se crearon historias incluso, para explicar el nacimiento de estos dioses y subsecuentemente de los humanos.

Desde que el ser humano, desarrolla la capacidad de preguntarse de dónde viene, desde que es consciente de su propia existencia y mortalidad  de todo lo que le rodea, surge la pregunta del ¿por qué? Y ¿para que? Responde a una necesidad nata de dar una causa comprensible para todo lo que sucede. Si yo me meto al agua, se forman olas en ella, entonces, las olas grandes del mar, las tiene que formar alguien, alguien más grande y poderoso. Entonces todo tuvo que surgir de algo o alguien. Y a falta de más conocimientos científicos que lo explicaran, todo lo que no era a causa de algo o alguien visible, se le fue atribuyendo a seres similares a nosotros, pero más poderosos con presencia en todos lados.

La curiosidad por lo que pasa alrededor nos llevó a esto. Pero no sólo eso.

Los dioses, evolucionaron con la sociedad. A medida que descubrimos la verdadera causa de los fenómenos que nos rodeaban, fueron diluyéndose los dioses específicos para las mismas. Pero no se diluye la tendencia a crear nuevos dioses según nuestros intereses. Las guerras, traen al dios de la guerra, la ciencia, al la diosa de la sabiduría. La muerte, al dios de la muerte.

Dijo Rubén Darío en uno de mis poemas favoritos: "Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura, porque esta ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida conciente".

La muerte, la muerte es especial. La muerte nos desconsuela, duele, nos llena de incertidumbre. Perder seres queridos y saber que inevitablemente, todos tenemos fecha de expiración, nos lleva a buscar un consuelo ante esto. No podemos aceptar que todo se acaba, no podemos imaginar un mundo donde ya no estemos. Que mejor consuelo que la continuidad? Que mejor alivio que pensar que algún día volveremos a ver a los que murieron? Que seguiremos aquí, de alguna forma, para nuestros seres queridos aún cuando ya no estemos. El dios de la muerte, es uno de los más temidos y adorados. Es el que te cuida después. Pero nadie quiere volver a ver a la gente que considera mala, en el mismo lugar donde pasaremos la eternidad, o si? No! Ellos tienen que ir a sufrir a otro sitio. No se merecen estar tranquilos y en paz. Nuestra venganza trasciende el mundo de los vivos, por lo que nuestro dios de la muerte, es también el encargado de ajusticiar a los que nos hicieron daño.

Esto último, nos provee con un invaluable freno moral, ya que nadie sabe exactamente lo que hay después de la muerte, aunque asuman que hay algo, por lo que, resulta muy fácil frenar los malos comportamientos, prometiendo que si no recibís castigo por ellos en vida, definitivamente los sufriras por toda la eternidad cuando mueras. Que tal? Todo muy útil hasta el momento.

Pero paralelos al pensamiento teísta de todas las cosas, y sin excluirse de él, también fueron evolucionando nustros conocimientos sobre el mundo que nos rodea. Se fueron haciendo menos la cantidad de preguntas sin respuesta. Sabemos de dónde vienen las tormentas, el fuego, sabemos que el sol no es un dios, sino una insignificante estrella más del vasto universo, en cuya tercera roca habitamos.  Pero la más grande persiste. Cómo y de dónde surge todo? Y la más grande angustia persiste, cuando morimos, dejamos de ser. Así que seguimos, al igual que nuestros prehistóricos antepasados, creando dioses para dar respuestas, que nuestro aún muy limitado conocimiento, no nos permite responder de otra forma.

De hecho, la suma de todos los resultados obtenidos en diferentes estudios, sugiere que las creencias religiosas surgirían como una extensión natural de avances evolutivos desarrollados en la cognición social y el comportamiento (Yaiza Martinez, Tendencias 21)

Los paises con mayor nivel educativo, son los que mayor porcentaje de ateos y agnósticos tienen. Un estudio en Gran Bretaña, mostró que el porcentaje de ateos aumenta acorde al nivel educativo, siendo menor en personas que habían recibido una educación hasta los 15 años de edad, y aumentando en los que habían llegado a la educación superior. Mientras tanto, en los países más pobres, con menos instrucción, las religiones proliferan como los mosquitos en los charcos.

Según Justin Barrett, investigador del "Centre of Antrophology and Mind" de la Universidad de Oxford, del análisis del porqué las creencias y las prácticas religiosas, persisten en las sociedades de todo el mundo, se desprende que los vínculos sociales que propician las religiones, favorecen que los individuos cooperen como sociedades.

Por el contrario, añade Barret, “hemos descubierto que es menos probable que la religión prospere en las poblaciones de las ciudades de países desarrollados, en las que ya existen potentes redes de apoyo social".

Personalmente, vivo en un país pobre y del tercer mundo, uno de los más pobres en latinoamérica de hecho, y puedo ver, cómo surgen más iglesias que escuelas, veo la religiosidad de mi pueblo desbordarse en fiestas patronales, pero veo también cierto primitivismo producto de la misma ignorancia de mi pueblo, donde en el campo, todavía se acude al curandero o al pastor, para que rece por el enfermo, en vez de al médico. Es mejor juzgado el que lleva a su familiar esquizofrénico al cura o pastor para un exorcismo, que el que lo lleva al psiquiatra por tratamiento. Mi paisito, donde aún en ciertos lugares es lo más lógico que la curandera ponga de cabeza a un recién nacido y le presione el cielo de la boca para levantarle la mollera (fontanela, depresión en la cabeza, que tienen todos los bebés al nacer, producto de la falta de solidificación de los huesos craneales), pero ven como loco al médico que les dice que sólo deben hidratar a la criatura. Porque la curandera tiene poderes especiales y el médico es un foráneo que llega a " practicar". En mi país, hay gente que detiene culebras con la mirada, que posee el poder de curar a los mordidos de culebras, pero que si mata a alguna, pierde su bendición. Es antropológicamente interesante, pero no deja de ser descorazonador. Estas situaciones no les serán del todo extrañas a los lectores provenientes de paises similares, pero resultan increíbles al observador que se crió en medios con más recursos educativos.

Pero, en ningún momento estoy diciendo, que todos los creyentes sean ignorantes. Nunca. Estos países están también llenos de religiosos muy cultos y educados. Hay gente, mucha gente en el mundo, con muchos estudios y mucho coeficiente intelectual, que creen en algún ser divino. Tengo el placer de conocer y estar emparentada con muchos. De hecho, aún en países con elevado número de ateos, somos la minoría. Somos la excepción y no la norma. 

¿Por qué? La transmisión de la costumbre desde temprana edad. No es lo mismo, que no te inculquen una religión desde pequeños y que crezcas ateo, a que desde tu nacimiento te estén transmitiendo estas creencias. Resulta muy difícil liberarse de la culpa y la duda de estar pensando lo correcto, o aún considerar poner en duda lo que te han enseñado toda la vida y que encima, es lo que cree la mayoría. No es algo que todos puedan hacer, aún los más cultos e inteligentes. Por eso, como dije antes, somos la excepción. Pero, por algo se empieza.

Creo que el ateísmo, es simplemente parte de nuestra evolución. La misma que nos llevó a crear dioses para respondernos las preguntas, nos lleva a desecharlos una vez que encontramos las respuestas. Y nos lleva a no desesperarnos por las respuestas que aún no tenemos, sino a seguir cuestionando, preguntando e investigando. 

A medida que las sociedades se educan, hay menor tendencia a necesitar dioses. La evolución no se puede forzar, pero podemos evitar el estancamiento educando a nuestros congéneres. Transmitiendo el hambre por el conocimiento. Al fin y al cabo somos homo SAPIENS SAPIENS, es hora ya, de buscar SABER y no conformarnos con la explicación más mágica pero fácil.

I'd rather be a hammer

 "I'd rather be a hammer than a nail"


El cóndor pasa, es sin duda una pieza muy bella por sí sola, pero creo que la letra agregada y cantada por Simon y Garfunkel, la hacen aún más conmovedora. Particularmente me gusta esta frase: "Preferiría ser un martillo en vez de un clavo". Y ¿quien no?

El clavo recibe golpes, es colocado en su lugar por medio de la fuerza y no tiene más remedio que quedar clavado en el lugar donde lo colocan. El martillo, es en este caso, el que golpea, el que ubica al otro a la fuerza en el lugar que él quiere. No es que el martillo sea un miembro ejemplar de la sociedad, es un "bully", pero entre las dos opciones, prefiero ser el que golpea y no el golpeado. ¿Quién optaría por lo segundo? 

En teoría, dice la Biblia, que Jesús optó por eso. Según el cristianismo, Jesús enseñaba a sus discípulos a poner la otra mejilla. A tolerar y aguantar los martillazos con sumisión y humildad. Esos martillazos serían recompensados en la otra vida. Los cristianos, cuenta la leyenda, que inicialmente sí hacían justamente eso. Eran perseguidos y se negaban a renunciar a su fe, aunque los azotaran, apedrearan o crucificaran. Se tomaban muy en serio eso de la otra mejilla y de amar al enemigo. Justamente, esta actitud, poco confrontativa, fue lo que les ganó adeptos y simpatizantes... Porque, no muchos seres humanos pueden golpear a alguien que no se defiende. Eventualmente, esta actitud, conmovió y les ganó apoyo social, hasta que llegaron al poder. 

Pero esto fue al inicio. Luego, los cristianos han sido los martillos más eficaces de la historia. A martillazos impusieron sus creencias, ya no es sólo que no ponían la otra mejilla, si no, que mejor sometían a cualquiera que hubiese podido pensar en atacarlos, antes que lo hiciera.

En la actualidad, son los primeros en juzgar las conductas que no aprueban, son los primeros en emitir juicios. Si quieren hacer la prueba, diganle a duez cristianos que ustedes son ateos y vean cuantos emiten un juicio con sus gestos en el mejor de los casos, o con palabras, ahí está el martillo. Son capaces de juzgarte en tu propia casa, donde son ellos los intrusos! Intenten lo anterior con los testigos de Jehová que lleguen a hablarte de su "amigo Jesus", veran el martillo. Igual, si sos gay: martillo, tenés tatuajes visibles: ¡martillo! y en algunos lugares, incluso si sos una mujer que trabaja y no se dedica al hogar: ¡martillo! ya no digamos, si sos una mujer que decidió no tener hijos ¡martillo de Thor!. El juicio está allí, el martillo está listo para dar su golpe.

Y no es que los judíos o musulmanes no sean así, pero al menos ellos aún adoran al dios salvaje y sangriento del antiguo testamento. No pretenden adorar a un dios de amor y tolerancia.

El problema con esta gente adoradora del gran JC, radica en que siguen haciéndose pasar por clavos. Te repiten en libro de cuentos hasta el cansancio. Dicen como loras, lo de no fijarse en la paja del ojo del projimo, sin ver primero la viga del tuyo. Te recitan que los pobres son bienaventurados porque de ellos será el reino de los cielos, cuentan una y otra vez, lo de la primera piedra para la pobre prostituta de Magdalena. Pero todo eso, sólo es para cuando los juzgan a ellos. De lo contrario, son hipócritas hasta el cansancio: " No te juzgo, eso sólo Dios, pero dice que vas a arder en el infierno por toda la eternidad, por pecador. Pero no te juzgo, que Dios te bendiga". "Mírenme! Soy buen cristiano, vengo a la iglesia todos los domingos, miren cómo me arrodillo humildemente y me golpeo el pecho en constriccion por mis pecados... Y eso que no son tan terribles como los de la fulana, que ya lleva tres maridos y no se ha casado, pero viene y se atreve a comulgar, que descarada, no debería ni entrar a la casa de Dios". " Que bella la boda, bien lujosa, la novia divina. Pero la mamá del novio se podría haber puesto algo más elegante, que barbaridad! Es la boda de su hijo!" o en otra: "Que boda más apresurada! Ni arreglaron mucho la iglesia, seguro porque está embarazada y no quieren que se le note. ¡Y se casó de blanco! ¡que descaro!" y así... 

Si quieren escuchar más martillazos que los que recibieron los clavos de cristo, vayan un día a misa o al culto. Un montón de gente que deberían ser clavos, en honor al que adoran, pero han permutado hasta convertirse en mazos... Después dicen que la evolución es una falacia.

¿Por que finjen? ¡Salgan del closet!

Por mi parte, si me das una cachetada, lo siguiente que verás, no será minptra mejilla, sino la punta de mi zapato en tu cara. Si me caes mal, te voy a ignorar y seguro te voy a juzgar. Si me haces un mal, y luego te pasa algo malo, no te voy a decir que lo siento mucho. Y si te atropella un carro, me apartaré para que no me ensucie de tu sangre, y no voy a ir a tu entierro, aunque probablemente baile en tu tumba. Hay una, quizas dos personas, que sólo están vivas porque no quiero ir a la cárcel, y probablemente lo saben. Soy humano, después de todo, no siempre soy la mejor persona del mundo, pero ¿saben que? No finjo serlo.

Orar

 Por que orar?

Un relato, que escuché hace mucho, en forma de chiste, dice lo siguiente: Había en un barco que viajaba por el mar, un marinero muy religioso y devoto que siempre se encomendaba a Dios. Un día, durante una fuerte tormenta, la embarcación se hundió y sólo él sobrevivió. Mientras flotaba en el mar, su fe nunca flaqueó, estaba seguro que Dios lo salvaría. Un barco salvavidas, que pasaba, lo divisó y se acercó a rescatarlo, sin embargo el marinero lo rechazó, diciendo que no era necesario que lo llevaran, que Dios lo salvaría. El barco se fue, y unas horas después, otro bote se acercó. Pese a la insistencia, el hombre, muy cansado ya, también rechazó esta ayuda, insistiendo en que Dios lo salvaría. Al cabo de unas horas, el hombre finalmente, se cansó y murió ahogado. Naturalmente se fue al cielo. Ya en presencia de su creador, le recriminó: "Por qué me abandonaste? Por qué no me ayudaste cuando te lo pedí? Ahora estoy muerto! A lo que Dios respondió:  "De que hablas? Te mandé dos barcos salva vidas y no te fuiste en ninguno!"

Si navegamos por las noticias, resulta relativamente fácil, encontrar más de algún caso alarmante, donde se dejó morir a una persona (generalmente niños), al no otorgarles atención medica a tiempo, porque en vez de solicitarla, se decidió rezar por su recuperación. Se pueden ver casos, de personas que rechazan una transfusión sanguínea para su ser querido, debido a restricciomes religiosas, cadenas de oración en los muros de las redes sociales y por supuesto, no falta la capilla, en cada uno de los grandes hospitales.

No obstante, los niños de estos casos que menciono, eventualmente murieron, luego de sufrir agonía. Las cadenas de oración, no parecen haber surtido efecto alguno en la curación de enfermedades como ciertos tipos de cáncer o el SIDA. En la iglesia, en el culto, en la mezquita y en la sinagoga, abundan los rezos, oraciones y peticiones. Hace esto la diferencia?

Antes de comenzar este artículo, le pregunté a mis compañeros de trabajo (la mayoría católicos apostólicos), si ellos rezaban, oraban o pedían favores a su dios, a lo que todos respondieron que sí, unos con rezos y oraciones ya establecidas y otros en forma de plática unidireccional. Luego, les pregunté si creían que su dios hacía su voluntad y las respuestas fueron más variadas. Unos respondieron que sí, sin duda, dios tiene un propósito para todo lo que hace, otros me respondieron, que no, que dios tenía sus designios para cada uno, pero que ellos, por libre albedrío eran los que al final elegían su destino. 

Por qué orar entonces? Dice la biblia: " Dios se apiadará de ti al oír tu clamor; apenas te escuche, te responderá " (Isaías 30:19, El libro del pueblo de Dios) Proverbios 15:18 dice que: "La oración de los rectos le es un placer". Refiere también, que el creador quiere que lo que pidamos sea "conforme a su voluntad", es decir, de acuerdo con lo que él aprueba. Si así lo hacemos, nos asegura que " nos oye" (1Juan 5:14). Básicamente, la Biblia les insta a rezar, a orar y establecer una combinación activa con Dios y promete que él hará lo que pides, siempre y cuando, lo que pidas, coincida con lo que él quiera que pase. De esta forma, nos provee dos opciones ante los resultados finales, o Dios escuchó los ruegos y les concedió lo que pedían, o simplemente, escuchó los ruegos, pero tenía otros planes más grandes que ya serán comprendidos.

Pero, cuál es el papel de la oración en la vida diaria del ser humano? 

La totalidad de los consultados, refieren que luego de rezar, sienten aliviadas sus cargas. Los problemas parecen menores y el estrés se les reduce. Lo mismo, se consigue con la introspección, ya sea meditando, escuchando música o haciendo ejercicios. "La introspección, es un método útil para acercarnos a nuestra realidad anímica que proporciona la base a nuestra estabilidad personal y nos permite la exploración más profunda de nuestro ser y la posibilidad de realizar cambios"(Gema Sanchez, " Un viaje hacia la introspección ").Todas estas actividades, tienen en común, que nos permiten relajarnos y analizar nuestros problemas con la mente fría. La terapia, ya sea grupal, donde se comparten los problemas con varios o individual, donde nosotros hablamos y el terapeuta escucha, suele brindar beneficios similares.

Al comparar los efectos de la oracion, con los las demás actividades mencionadas, se puede concluir que todas, tienes un fin terapéutico para el que las practica. En el caso de la oración, se puede incluso comparar con la terapia. En momentos de crisis y necesidad, sentir que se comparte la carga con otro, que confesamos un problema y en este caso, que se le da la responsabilidad sobre determinado resultado, a un ser superpoderoso, alivia notablemente el estrés sobre esa situación (" Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará" Salmo 55:22). 

Hay algo nocivo en esto? Es terapia gratis! El problema, es que no todo se puede resolver con solo pensar en eso. Puedo meditar sobre la forma de conseguir dinero para un auto, pero si solo pienso en ello, el auto no va a aparecer frente a mi casa, cierto? Un esquizofrénico, puede ir a terapia, grupal o individual, pero sin sus fármacos, su estado no mejorará (no si es verdadera esquizofrenia). La persona que se toma la oración, como la única salida sus problemas y los de los demás, son los que causan los tristes encabezados que mencioné al inicio. Más que como una forma de terapia o introspección, la utilizan como una liberación de responsabilidades. El "que sea lo que Dios quiera", es comparable al lavado de manos de Poncio Pilatos, es nocivo y potencialmente peligroso. Sobre todo, porque no le enseña nada a la persona, ya que lo que salió mal, no fue por su falta de acción, fue "porque Dios quiso" y ante lo que Dios quiere, un simple humano no puede hacer nada.

En conclusión, la práctica de la oración, así como de otras terapias de auto análisis, pueden ser beneficiosas para nuestra salud mental, siempre y cuando, no se vean limitadas por el fanatismo religioso y no reemplacen la acción que podamos tomar sobre nuestra vida.

Decapitada

 Lo último que veo es el filo.


Un breve brillo, seguido de... nada. La más absoluta oscuridad. 

Sé que mis ojos están abiertos. No siento, bajo mi labio superior, el familiar contacto con mi labio inferior y sé que mi boca también está abierta. Me ahogo, puedo pensar en el acto de respirar, pero sé que no es posible introducir aire en mis pulmones, caigo en cuenta que no hay pulmones, no hay tórax, no hay nada.

He escuchado de gente que queda inconsciente por shock. ¿Por qué yo no puedo entrar en shock?

Deseo fervientemente que mi cerebro se apague más rápido. Siento las lágrimas en mis ojos. Sé que voy a morir o estoy muerta o en un terrible intermedio. Se que esa certeza me aceleraría el corazón, si lo tuviera. 

Mierda.

¿Por qué tarda tanto?

Habrá pasado uno o dos segundos desde que vi el filo, pero parece una eternidad. No me duele, pero me ahogo, cada vez más. Tengo la necesidad de respirar, es urgente. Me asfixio. Me desespero. No puedo hacer nada.

Muero.


Abro los ojos en la suavidad de mi cama. Mi almohada, empapada en lágrimas me cubre la boca y la nariz, ya que me acoste con la cara hacia abajo, aplastada contra ella.

Tomo una gran bocanada de aire... no hay suficiente. Vuelvo a inspirar una y otra vez, hasta que mi ritmo cardíaco se normaliza. 

Fue un sueño. Un sueño horrible.


Necesito agua, así que me incorporo y abro los ojos completamente.

Un rayo de luna se filtra por la ventana y le da a mi cuarto oscuro una leve penumbra.

Me siento en la cama y enfoco bien.


Lo primero que veo, es el filo.


Fin


El visitante indeseado- Ondas Delta

 Los bostezos me indican que ya quiero dormir. Mi cuarto fresco, mi cama con sábanas suaves, colchón perfecto y almohadas esponjosas. Un último bostezo y cierro mis ojos, esperando caer en los brazos del Arenero o la reina Mab. 

Entonces llega ÉL. 

Llega con su plática inicialmente tranquila. 

Lo dejo hablar, con la esperanza de que agote el tema y me deje en paz, pero eso no está en sus planes. Mientras pasa el tiempo, salta de un tema a otro, cada vez más inconexos. Se convierte en una perorata constante, en una radio mal sintonizada. "Callate", pienso. "Ya callate, me quiero despertar temprano". 

Pero se entusiasma más, hablando de las razones para despertarme temprano y de los planes que tengo para el día siguiente. Pasan las horas y sigue hablando. 

Me levanto al baño y a beber agua. En ese breve instante, no escucho su plática intensa, pero al volver a la cama ahí está, casi sonriente, esperándome. Siempre ÉL. 

¡Ya sé! Voy a leer algo, a ver si así se da cuenta que no quiero escucharlo, pero mis ojos están cansados y quieren dormir, no leer. 

Otra idea me asalta: ¡música! si pongo música para dormir tal vez se calle. Encuentro una, que promete hacerte dormir en segundos. ¡Perfecto! 

Si promete hacerme dormir en segundos, ¿por qué dura 3 horas el video? Se pregunta ÉL. "Ssh, callate y escuchá". Reproducir. 

Es demasiado suave, eso sólo le pone musica de fondo a su incesante matraca. Next! 

"Meditación guiada", vamos a ver. 

ÉL me recuerda que nunca he podido meditar. "¡Cho! ¡Hacé silencio!". Reproducir. 

Alguien habla en mis audífonos con una suave y cremosa voz, que me indica relajar parte por parte mi cuerpo, pero lo escucho más a ÉL,  que se ríe de mi patético intento y me recuerda que ya moví los dedos del pie y que me pica la mano y la nariz y que además ya no estoy cómoda en esta posición. Next!

¿Ondas delta para dormir? ÉL no habla griego, le tienen sin cuidado. Porque "delta" es griego ¿verdad? Griego, dioses griegos, Percy Jackson... todos somos hijos de Poseidón porque venimos del mar... más temas de conversación para ÉL.  En vez de acallarlo, le doy herramientas. 

Y sigue su plática, que es casi ruido blanco y ya se mezcla con el canto de los pájaros madrugadores... Finalmente, con los primeros rayos del sol, decide retirarse. Pero va a volver con su acoso otro día. Así es ÉL. 

Maldito insomnio.